La eficiencia energética de un electrodoméstico obedece a la relación entre la energía que consume y las funciones que realiza. Un electrodoméstico será más eficiente cuanta menos energía necesite para realizar todas sus funciones. Cuanta menos energía gaste un electrodoméstico, más eficiente será.
Para facilitar la elección de compra a los consumidores todos los electrodomésticos deben llevar una etiqueta que identifique su grado de eficiencia energética. Es la etiqueta energética de los electrodomésticos.
Esta etiqueta son como una especie de ficha técnica resumida del electrodoméstico, un documento que nos dará información respecto al consumo de energía y a la eficiencia energética del electrodoméstico. Es una etiqueta homologada para los electrodomésticos europeos y es obligatoria que esté presente en los electrodomésticos en general y en las fuentes de luz domésticas.
Cuando vayamos a comprar un electrodoméstico debemos tener en cuenta que cuanto mejor y más alta sea la catalogación, menos energía consumirá y supondrá un importante ahorro en la factura de la luz cada mes. Si bien es cierto que nos van a costar un poco más a la hora de comprarlos, estaremos ahorrando todos los meses en nuestra factura de la luz. Ese ahorro nos va a permitir compensar el precio inicial de la compra. Tenga en cuenta que, los aparatos más eficientes amortizan mucho antes su coste inicial gracias al ahorro energético mensual.
Las etiquetas que nos vamos a encontrar tienen 7 categorías. Identificadas con letras y colores que van desde la A hasta la D y del color verde al rojo dependiendo de su clasificación.
Mejor eficiencia energética: A+++, A++, A+ y color verde
Eficiencia energética moderada: A, B y color amarillo
Mala eficiencia energética: C, D y color rojo