Eficiencia energética Activa: ¿Qué es y cómo aplicarla?

Cómo ya sabéis nuestros lectores mas fieles, la eficiencia energética es una disciplina que engloba diferentes especialidades. Es tal la amplitud de áreas dónde aplicar soluciones de eficiencia energética y la diferencia en la continuidad de las medidas a contemplar; que en Tecum Consultores abordamos la eficiencia desde dos líneas de actuación. La eficiencia energética activa y pasivas, ambas deben concurrir para lograr el máximo grado de eficiencia en las instalaciones.

En este artículos nos centraremos en lo que Tecum Consultores denomina Eficiencia Energética Activa. Debemos saber qué, saliéndonos de los estándares, nuestra diferenciación es distinta a la encontrada en el sector. 

Hasta ahora vemos que cuando se habla de eficiencia pasiva, un número importante de arquitectos e ingenieros, se refieren a la envolvente térmica de los edificios o a la ubicación del mismo. Sin embargo, cuando se habla de eficiencia activa se refieren a las actuaciones, básicamente instalación de equipamientos, que refuercen la eficiencia del edificio. Esta visión, desde Tecum, la compartimos pero solo hasta cierto punto, es decir, una vez instalado el nuevo equipamiento a la infraestructura del edificio, según nuestro entender, pasa a ser un elemento pasivo igual que cualquier elemento de la envolvente.

⇒ Te va a interesar: Eficiencia Energética en el sector industrial ⇐

¿Cambiar unas ventanas ES eficiencia activa o pasiva?

Tenemos unas ventanas antiguas de madera, o de aluminio, o sin rotura de puente térmico y las cambiamos por otras con doble cristal, rotura del puente térmico, oscilobatiente. Hay quien considera que el cambio es eficiencia activa. Pero un segundo después de instalarla pasa a ser un elemento pasivo ¿no?.

Sin embargo, el uso eficiente de esa ventana determinará el grado de eficiencia de la instalación. Esto es lo que nosotros consideramos eficiencia energética activa. Si por ejemplo yo instalo una ventana supermegatope estanca y se me olvida cerrarla o la dejo mal cerrada y me voy de casa; mi instalación será muy poco eficiente. Mucho menos que si tengo una ventana de madera en la que a todos sus marcos se les instala burlete nuevo cada dos años.

Diferencia entre la eficiencia energética activa y pasiva

Para llegar a entender bien nuestros dos puntos de vista, vamos a poner otro ejemplo. Nuestro calentador ya tiene unos años, venía con la casa cuando la compramos y necesita un cambio. Instalamos un calentador muy eficiente de condensación o uno instantáneo. Perfecto ¿podemos decir que estamos en un escenario de eficiencia activa? Tecum, asesoría energética, opinamos que no.

Se ha ejecutado una actuación para mejorar la eficiencia de la instalación, y seguro vamos a mejorar nuestra factura de la luz. Pero ya. A nuestro entender y como en el caso anterior se convierte en un elemento de eficiencia pasiva. ¿Por tanto que marcará la diferencia? El uso que hagamos del equipo y del elemento que nos proporciona, agua caliente. O lo que nosotros denominamos eficiencia activa. Si resulta que hemos instado un calentador instantáneo. Abrimos el grifo del agua caliente porque nos vamos a duchar y nos vamos a la habitación a por una toalla mientras tanto vamos a ser menos eficiente que si tenemos un termo eléctrico de acumulación, que para nosotros es el menos eficiente de los sistemas.

En Tecum Consultores hacemos hincapié en la importancia que tiene incorporar a las políticas energéticas no solo las soluciones de eficiencia pasiva sino trabajar de manera continua la activa. Las organizaciones en cuya política energética incluyen la formación en eficiencia activa mejoran el gasto energético en sus instalaciones entre un 5 y un 9%. Sin la necesidad de hacer grandes inversiones, con resultado y retornos inmediatos sostenibles en el tiempo.